1. Eliminar la corteza del pan. Cortar en rebanadas delgadas.
2. Se extiende un paño bastante húmedo sobre una superficie plana, se pone encima una capa de rebanadas de pan, se cubre el pan con otro paño bastante húmedo y así se continúan las capas hasta que se desee.
3. Sobre una tabla poner cada rebanada. Untar ligeramente por una cara, primero con mantequilla y luego con mayonesa.
4. Poner encima y diagonalmente un espárrago, incluida la punta que al final quedará visible.
5. Doblar diagonalmente hacia adentro, sobre el espárrago, los dos cuartos inferiores de la rebanada de pan, de manera que uno cubra parcialmente al otro y se sostienen en esa posición clavándoles un palillo.
6. Poner en una bandeja o charola, quitar el palillo y se cubrir con un paño húmedo hasta el momento de servirlos.