Colocar los mejillones en un recipiente grande y
cubrirlos con suficiente agua. Dejar reposar durante 20 minutos hasta que
el resto de arena se haya desprendido.
Calentar el aceite de oliva en una cacerola
grande a fuego medio-bajo. Agregar el ajo y freír durante 1 minuto sin
dorar. Agregar las cebollas cambray y los tomates, cocinar hasta que se
suavicen un poco.
Agregar el vino blanco, la mantequilla y el
perejil. Dejar que hierva aproximadamente 15 minutos o hasta que la mitad
del líquido se haya evaporado.
Sazonar con sal y pimienta al gusto.
Agregar los mejillones a la cacerola, tapar y
dejar cocer hasta que se abran, entre 8 y 10 minutos.
Servir los mejillones en un tazón al centro de la
mesa o 9 mejillones en cada plato.